Aquí me tenéis y esta es una barra especialmente para mí. Tengo una en Casa Matías, tengo una igual, especialmente como esa y es un gran logro, porque en Casa Matías también la tengo y nada más es para que me tenga en pie y ellas puedan vestirme, y es un logro, y todo fue un gran logro, y me va muy bien en Casa Matías, y por ahora estoy muy contenta con este proceso, a ver si me va igual o mejor que en Casa Matís.
Y encima me la vino a poner un chico de mantenimiento y yo curiosa de mí le pregunté el nombre y él me dijo que se llamaba Hugo, y yo le dije "Como Hugo Ibáñez, el monstruo de las galletas", y encima vino en su coche particular, lo sé porque le vi al irme con la chiquita de ocio que se llamaba Mónica, que es igual que una amiga, que era amiga mía de esas que en un momento da la cara por ti, o sea, que si te pasa alguna movida da la cara por ti, por lo menos yo pienso así, porque yo por ella también lo haría, vamos, por lo menos yo lo haría, aunque me partan la cara o salga perdiendo, pero como dice el refrán, "la unión hace la fuerza", y eso espero de verdad, y con eso y un bizcocho hasta mañana, porque yo, lista de mí, me tengo que ir a mi casa que es Casa Matías, porque la que os escribe vive en una casa porque aquí vengo de diez a seis de la tarde, o sea, yo aparte de venir aquí vivo en Casa Matías. Aquí me despido, chao.
Irene
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