Se fue un amigo. Alberto. Se fue el representante. Era magnífico. Y responsable. Y atento. Y etcétera, etcétera. Tenía corazón. Y pulmones, hígado, y todo, tenía el cuerpo completo. Y sentimiento. Nunca le he visto triste. ¿A que sí? Y nunca le he visto llorar tampoco. Se lo guardaba todo pa él, todo pa él. Y era muy buen compañero, porque se preocupaba mucho por todos. Estaba muy atento siempre a todos. Fue a Barcelona a ver el campo de fútbol. Y hacíamos la quiniela. Él participaba siempre. Y en la porra. Siempre ponía que ganaba el Barça. Pero cuando perdía él siempre venía nada más llegar a darle la enhorabuena a los del Madrid. Daba la cara. Se comunicaba con los ojos: mirando para tí era que sí, y cerrando los ojos o mirando para otro lado era que no. Y si decía que sí los abría mucho. Era del Barça cerrado, venía con la bufanda puesta y todo. Le gustaba mucho "Hombres, mujeres y viceversa". Y fue mucha gente al funeral. Un vacío muy grande nos va a dejar. Se hacía notar. Y ya está. Se fue un alma y un amigo mío. Un tesoro. Y ya.
Irene
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