El 4 de noviembre, viernes, tuve una gran oportunidad en Sotileza, nos dieron una tarde libre para pasar la tarde en cualquier lugar del este mundo a mí y a Carmen junto a María de ocio de Amica. Le dije que quería ir a la Maruca, y Carmen, como muy buena compañera y amiga, dijo que sí. Les dí las gracias.
Pasé una tarde recordando mi niñez y mi infancia, donde solía pescar mi padre con su barco junto a sus amigos. Su barco era azul y se llamaba ALBO, se lo puso de nombre mi padre.
Cuando era verano me lo pasaba aún mejor porque venían chicos y chicas. Mi madre me bajaba a la playa, me ponía los manguitos, como no había olas me defendía yo sola en el agua. Mientras, mis padres me miraban para que no me pasara nada malo, me tiraba en el agua como 4 horas. Porque también iban chicos y chicas de mi edad, ya nos conocíamos. Recuerdo que a mi padre le daba un poco de miedo cómo buceaba yo sola. En el invierno, mi madre me cogía de la mano para pasear donde estoy en la foto para hacer ejercicio y poder mejorar.
Bajé con María y Carmen a la arena y ví una concha muy bonita, la limpié y cuando fui a casa se la puse en la fotografía de mi padre para hacerle un pequeño homenaje. Miré al cielo, respiré el aire puro, me sentía muy feliz porque notaba a mi padre más cerca de mí y le metí conmigo en mi corazón, donde siempre está.
Gracias por darme esa oportunidad que tanto deseaba.
Beatriz
Pasé una tarde recordando mi niñez y mi infancia, donde solía pescar mi padre con su barco junto a sus amigos. Su barco era azul y se llamaba ALBO, se lo puso de nombre mi padre.
Cuando era verano me lo pasaba aún mejor porque venían chicos y chicas. Mi madre me bajaba a la playa, me ponía los manguitos, como no había olas me defendía yo sola en el agua. Mientras, mis padres me miraban para que no me pasara nada malo, me tiraba en el agua como 4 horas. Porque también iban chicos y chicas de mi edad, ya nos conocíamos. Recuerdo que a mi padre le daba un poco de miedo cómo buceaba yo sola. En el invierno, mi madre me cogía de la mano para pasear donde estoy en la foto para hacer ejercicio y poder mejorar.
Bajé con María y Carmen a la arena y ví una concha muy bonita, la limpié y cuando fui a casa se la puse en la fotografía de mi padre para hacerle un pequeño homenaje. Miré al cielo, respiré el aire puro, me sentía muy feliz porque notaba a mi padre más cerca de mí y le metí conmigo en mi corazón, donde siempre está.
Gracias por darme esa oportunidad que tanto deseaba.
Beatriz
2 comentarios:
NO TE PONGAS TRISTE BEA. lOS RECUERDOS SON BONITOS Y ME ALEGRO DE ESE DIA QUE PASASTE
Sigue con tu animo para alante, y nunca para atras, que todos tenemos recuerdos. Un besazo
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