El té calmante

Queridos fans:

Aquí me tenéis con esta desesperación del dolor de cabeza que tengo, pero aquí me tenéis, como una campeona, tomándome un calmante para intentar llevarlo mejor. El pesado dolor de cabeza. Y con ánimo y con todo, y ayuda, os escribo. Para que me sigáis mandando ánimos, que Irene no os olvida tan fácilmente. Y gracias por perder el tiempo leyendo mis artículos, por molestaros. Eso me da vida. Más o menos, me dais ánimos. Yo también los necesito, saber que alguien está pendiente de mí. Aunque sea un mínimo, pero gracias. Cuento con alguien.

Y que hoy también tengo culto. Y procuraré ser puntual. Y espero que me salga todo bien, ahora que ha empezado gente nueva. Juan y Antonio, se llaman. Había muchísima gente ayer. A mí también me presentaron allí y me daba vergüenza. Es un bajo, tiene hasta calefacción y todo, y muy bien, y está adaptado, y me invitan a una botella de agua y caramelos y todo. Y cantamos, yo canto en el coro y todo, tocan hasta el timbal y todo, guitarras y micrófono. Y muchos amigos, y muchos niños, van. Y mucha amistad. Y ánimo, que es lo que vale. Gracias, y chao. Mañana os cuento otro capítulo, porque voy por capítulos. Primer día del culto, segundo día, tercer día.

Y ayer me fui al culto con dos puntos de batería solo. Baja de batería. Con la batería al mínimo. Y llegué, con riesgo de quedarme tirada. Y yo, valiente de mi, fui. Hasta mañana.

Y ayer fui por primera vez a visitar al médico. Y aquí lo dejamos. Hasta la próxima. Gracias, fans.

Irene