Cuando tenía catorce años estaba en un colegio público, y allí estudiaba matemáticas y lengua, y venía un profesor a darnos clases de francés, que a mí se me daba regular, y cuando suspendía alguna asignatura me mandaban en verano en agosto a recuperarlas. Iba una hora para recuperarlas. Lo demás tenía buena nota, en dibujo sacaba un ocho de nota.
Luego, cuando tenía dieciocho años, me decían mis padres que si no quería trabajar en algún sitio, y les dije que sí, y me llevaron a ver una empresa que estaba en Corbán, que está al lado de Ciriego. Allí teníamos un horario que era de 9 de la mañana a las 2 de la tarde, y de tres de la tarde a las 6. Entraban todos a las nueve y yo iba a las siete de la mañana a las estaciones, me tomaba un café y leía el periódico. Luego, a las siete y media, cogía el autobús y me iba a trabajar. Yo entraba siempre a las ocho de la mañana para adelantar el trabajo que tenía que hacer.
Si hacíamos más trabajo de lo que nos mandaban nos pagaban más, aparte del sueldo nos daban más si hacíamos más trabajo, nos daban seis mil pesetas de las de antes de prima, por trabajar más. Hacía una hora de más trabajo para que me dieran más dinero.
Allí hacíamos palés de madera con una máquina, y también los hacíamos con una pistola que clavaba clavos que funcionaba con un compresor de aire, y los palés que hacíamos los llevaban a otras empresas o al extranjero.
Lorenzo
Luego, cuando tenía dieciocho años, me decían mis padres que si no quería trabajar en algún sitio, y les dije que sí, y me llevaron a ver una empresa que estaba en Corbán, que está al lado de Ciriego. Allí teníamos un horario que era de 9 de la mañana a las 2 de la tarde, y de tres de la tarde a las 6. Entraban todos a las nueve y yo iba a las siete de la mañana a las estaciones, me tomaba un café y leía el periódico. Luego, a las siete y media, cogía el autobús y me iba a trabajar. Yo entraba siempre a las ocho de la mañana para adelantar el trabajo que tenía que hacer.
Si hacíamos más trabajo de lo que nos mandaban nos pagaban más, aparte del sueldo nos daban más si hacíamos más trabajo, nos daban seis mil pesetas de las de antes de prima, por trabajar más. Hacía una hora de más trabajo para que me dieran más dinero.
Allí hacíamos palés de madera con una máquina, y también los hacíamos con una pistola que clavaba clavos que funcionaba con un compresor de aire, y los palés que hacíamos los llevaban a otras empresas o al extranjero.
Lorenzo
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