Mi Porsche nuevo, y estoy encantada, fíjate que la he puesto a cargar en mi habitación por miedo, porque como hay muchas sillas iguales tengo miedo a que se equivoquen. Por ahora tengo una L de prácticas para que la gente que me vea sepa que estoy aprendiendo a conducirla y exactamente llevo un día con ella y estoy como una niña con zapatos nuevos. Y lo que os contaba, estaba ilusionada con mi silla y es más, que se ha hecho desear bien, me ha costado lo último y se me ha hecho desear, la cabrita de ella. La he cogido con tanta gana que ni me lo creía. Cuando la he cogido por primera vez me sentí extraña porque me he sentido más mujer, más alta y más todo, más independiente. Que estoy loca de contenta porque no sabéis qué autónoma y qué independiente soy.
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