Os escribo para contaros que ayer fue mi AEIOU, y encima nos hizo un día súper genial, vamos, que terminé mi AEIOU en piter pan con esta enorme palmera de chocolate y después de haberme comido, antes de comer Juanjo y yo nos fuimos a dar una vuelta hasta el barrio pesquero porque mañana es El Carmen y da la casualidad de que ese día hice yo, la que escribe, hice la primera comunión, y resulta que matamos dos pájaros de un tiro porque al mismo tiempo también celebramos, al mismo tiempo, el santo de mi difunta madre ya fallecida, y que Dios la tenga en la gloria, y que me espere durante mucho tiempo. Ahí estará con Sor valle, con El Piti, también fallecido, y tanta gente. A mí personalmente lo que más me dolió fue la muerte de Sor Valle, la quería mucho, siempre me decía que la había mandado mi madre para que me cuidase, y la verdad es que me cuidaba muchímo, a veces demasiado. Todavía me acuerdo de una caída que tuve yo en un parque de Cazoña con una silla de motor, se salió la rueda de la silla y me caí, menos mal que había unos chicos allí y me cogieron y me sentaron en un banco y me pusieron la rueda, y con las mismas la monja y yo, despacito, subimos a Casa Matías, por supuesto con el susto metido en el cuerpo, y con las mismas se quedó en un susto, menos otra cosa, esa monja me decía que ella siempre prefería la silla manual antes que la eléctrica, no sé el motivo, pero decía que preferia empujar, antes no lo sé, pero ella era así.
También me ha librado de muchos castigos, como por ejemplo estar sentada en una silla normal en un taller y encerrada, y eso me daba mucho coraje, y lo curioso es que me dejaban con la silla cerca por si me daba la locura de cogerme y pasarme yo sola a la silla para que me recojan del suelo, un coraje que te da, yo la que escribe he tenido caídas mortales, y gracias a Dios aquí estoy, porque se hubiese caído otra persona y se hubiese matado, pero yo por ahora he tenido mucha suerte, y he tenido caídas mortales y aquí estoy vivita y coleando, y casi siempre positiva.
Ayer nos fuimos hasta el Centro Botín a ver a una mujer que supuestamente leía unos libros en plena calle, pero al final no hizo nada la pobre, daba hasta pena, allí la pobre a pleno sol y que nadie la veía. Eso sí, vimos muchos japoneses y vimos mucha gente. Y con esas me voy a ir despidiendo, porque ya he contado lo principal, y ahora os dejo porque tengo que ir a merendar y a Juanjo le gustado el aeiou, me ha dicho que a ver cuando repetimos el aeiou. Tú fíjate dónde acabé yo, tomándome una palmera de chocolate. Eso sí, luego llegué a casa y casi no cené ni merendé, claro, ya me había merendado la palmera de chocolate que había merendado y con las mismas me echaron a la cama. Eso sí, me tomé la medicación y para la cama, eso sí, el día anterior. Hasta aquí he llegado. Mañana más y mejor. patatín patatán. Qué bien lo pasamos ayer. Hasta la próxima aventura. Que va a ser más marchosa que esta. Gracias, fans.
Irene
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