jueves, 24 de septiembre de 2015

Los pecitos

Queridos fans:

Se ha muerto un pez ayer. Y estoy de luto. Ya estaba enfermito, pero tampoco era para tanto. Di que tampoco sufrió, porque se murió de repente. Muerte súbita. El pobre ya estaba enfermito, porque le había cambiado hasta el color. Estaba todo blanco. Perdió hasta el color y se murió de repente y que me di yo cuenta de que se había muerto, y dije: "Juanjo, ¿Ese pez qué está, muerto?. Y ahora ya sólo quedan dos pecitos. Y estos pobres voy a cuidarles como si no hubiese un mañana. Ahora ponemos la foto.

Y bien grande era el que se murió. Bien de comer les daba. Pero fue muerte súbita, ¿Eh?. Y quedan dos, ¿Eh?, quedan dos. Y bien cuidados los voy a tener. Y nada más. Pezqueñines no, hay que dejarles crecer.

Y que mañana voy de comida, vamos de comida al ferrys, y espero que no llueva, y de aquí a allí vamos andando, por eso espero que no llueva. Que vienen las familias todas menos la mía. Pero yo me hago amiga inmediatamente de todos. Pues ya está. Gracias por leerme. Muchas gracias, porque con esto me desahogo. Me viene bien de vez en cuando contar las cosas a alguien.

Y a ver, pido por favor que si alguien tiene en casa algún pez que le sobre y no lo quiera, y no se quiera hacer cargo de ello, pues que me lo dé a mi. Que yo me hago cargo de ello y le cuido. Los utilizo como animales de compañía. Es una obligación cuidarles, es un derecho. No los puedo salir a pasear, pero bueno, les tengo haciendo un circuito por todo el acuario. Que me imagino que sean hermanos. Había ocho y nada más quedan dos, seis. Duraron sus años. Que llevan trece años ya, ¿No?, que ya son años. Porque un año de pez debe ser como doce de nosotros, ¿No?. Como los perros, que un año nuestro son como diez de ellos. ¿Y esto por qué será así? Es como las leyendas. Como cuando dos perros están chingados y no se separan y hay que separarles con un cubo de agua. Y yo he ido a comprar comida y todo todos los días, pero este pobre ya estaba chungo, ya había cambiado de color y todo. Como Michael Jackson. Se quedó más tieso que Elvis Presley. El rey del rock. Y eso.

Irene

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