Mi viaje a Lourdes

Queridos fans:

Os escribo para contaros el regreso a Casa Matías el cual este año nos ha hecho buenísimo en Lourdes. Ya es raro que haga tan bueno  y por eso hemos salido a las antochas y lo hemos pasado genial y me he reído un montón y yo me he cantado toda la canción y lo mejor que todo el mundo me seguía a mí, la gente, o sea que si yo me equivocaba la gente se equivocaba. Y hemos podido salir de procesión a la peregrinación de las antorchas, qué bien, aquí donde me tienes este año no me he quemado con la vela porque todos los años me quemo con la vela, pues este año no me ha tocado a mí y he ligado y todo, un mozuco guapísimo que se llama Víctor, y para mi es muy guapo y punto en boca, y al que no le guste que no mire, o si no que mire para otro lado, ¿No? Pues ya está, que eso a mí no me preocupa ni me interesa, a mi plin, y si no, bocadillo de atún, colega de La Vega.

Hoy precisamente he ido al médico con Juanchi y me ha dicho que estoy muy bien pero que va a esperar otro mes más para empezar un nuevo tratamiento comigo, y lo dicho, que estoy muy bien pero vamos a esperar otro mes y que estoy muy bien pero tengo ochocientas defensas, y que va a esperar un poco más para empezar el nuevo tratamiento que mejor vamos a esperar un poco más y la tensión la tengo tranquila y tengo que dar gracias a Dios que por lo menos no tengo colesterol, algo bueno tenía que tener, quién me ha visto, y me cuesta cada día más, pero bueno, lo supero, aunque cada día me cuesta más, y con esta me voy a ir despidiendo, ¿Vale? y a otra cosa. Si escribo es porque Juanjo me dice: "Venga, Irene, haz el favor de escribir a tus fans, anda, hombre, que ellos bien te animan cuando tú estás algo mal", y yo cojo y con la misma os escribo y aquí me tenéis escribiéndoos para que luego os quejéis. Como diría mi pobre madre, la gente se queja de vicio, y no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes, y eso es cierto, que una no se da cuenta de lo que tiene y es más, que no lo valoramos ni lo apreciamos, y es una verdad como una casa, que no te das cuenta hasta que te das cuenta, ni más ni menos, y luego dices "Ah, ¿Por qué no lo he apreciado? ¡Qué tonta he sido", y luego te dices: "Ay, qué tonta fui", y cuando lo tenía no lo apreciaba.

Y con estas me voy, pero me tengo que ir a Casa y luego en mi casa me merendaré un bocadillo de Nocilla junto con su zumo, y con esa os dejo, ¿Vale, tronquis? Hasta la próxima. Sois muy guapos y os aprecio un montón. Me voy a asuntos propios. Ahora sí que me voy, me voy, guapísimos.
   

Irene