El dos por uno

Pagas un móvil y te llevas otro. Por veinte euros dos. Encima fui yo sola desde casa Matías hasta Pryca, yo solita, pedí permiso y llegué a tiempo a comer y todo. Y muy bien, y todo perfectamente. Mejor de lo que yo contaba. Me encantó. Como rompí un cargador, me compré otro móvil y me regalaron otro. Para no comprar el cargador, ¿Sabes?. Y yo que la compañía es Movistar. Pero hay que quitar el buzón para que no te cobren. Pero por lo demás, super bien. Tengo uno de cada color. Uno rojo, otro azul y otro verde. Y estoy super contenta con él. Y los juegos, pues tengo el sudoku, que no sé cómo es, y otro que es como de matar burbujas.

Y muchas veces, cuando estoy en el culto, me pongo a jugar con él. Porque si no, me pongo a comer cosas que llevo. Allí la gente, aparte de ir al culto, van muchos críos, muchas madres, van a pasárselo bien. Y hay un crío que es un cachondo. Y eso. Y yo, como canto en el coro, lo paso bien. Encima hay uno conocido que estuvo con mi hermano. Y yo me siento con ganas de ir al culto.

Y ayer no fui porque estuve mala, estuve en la cama. Y con lo que llovía, que capa tengo, pero pasé. Porque ya salí por la mañana. Y es que ya se nota el frío. Y esta tarde iré. Ya está. Y estoy esperando a que me bauticen, pero eso cuando haga bueno. Que lo hacen en un río, pero en qué río me tocará, no lo sé. Y así puedo tomar ya la comunión, el vino con pan de Bimbo. El otro día, por ejemplo, le dio una bajada de tensión a una señora por haber bebido vino.

Irene