La ruta de las rabas

El viernes pasado nos fuimos a comer unas rabas por ahí. Nos fuimos con María, la que está ahora en ocio, y con Reyes, dando un paseo hasta la calle Vargas. Porque la idea original era comer de pinchos y tapas por ahí.

Llegamos hasta un sitio que se llama El rey de las rabas y decidimos parar allí para tomar un aperitivo. Que fueron dos órdenes de rabas y bebidas. En el momento que llegábamos al Rey de las Rabas y poníamos un bote para pagar entre todos, por casualidad, nos encontramos con mi padre, que nos invitó a todos a la ronda. Después de tomarnos las rabas y hacernos unas fotos decidimos que con el bote nos iríamos a comer a un bar el menú del día. Después de un rato nos dirigimos al Quebec, y después de elegir cada una el menú que quiso, también Katia y Paz le preguntaron a uno de los camareros cuál era su nombre, a lo que nos respondió muy amablemente, pero se puso rojo como un tomate y no quiso volver a salir.

La verdad es que yo lo pasé muy bien aunque el día era fresco, pero fue una mañana muy divertida. Lo que en un principio iba a ser comer unos pinchos por ahí se convirtió en un día entero juntas. A final, como Bea y Katia tenían que volver a la estación de FEVE, aprovechamos para hacer una parada y dar un paseo por ahí, y luego Carmen y yo, junto con María y Reyes, nos volvimos al centro, para ya coger las furgonetas de vuelta a casa.

Merce