
Esta vez, les tocó el turno a alumnos de los cursos de cuarto y quinto de primaria. Empezamos poniendo la presentación “Una cuidad para todos”. Los niños hacían preguntas y se las íbamos contestando sobre la marcha. Me encanta hacer este trabajo porque los más pequeños no se cortan, y porque creo que cuanto antes les enseñemos que hay que construir una ciudad para todas personas, estarán más concienciados cuando lleguen a ser adultos.
El colegio por dentro está muy bien, es nuevo y tiene rampa de acceso y espacios amplios. Uno de los profesores nos pidió que intentáramos meter mí silla en el ascensor donde si que cabe la silla de motor, y un servicio ancho.
Después hicimos un pequeño recorrido por fuera del colegio con una silla manual. Así pudieron comprobar que no es tan fácil pasar por una acera estrecha, bajar y subir la silla cuando no hay rebaje, o simplemente, controlar la silla en un pequeño desnivel.
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