
Ayer, jueves, estando en el autobús de la línea 4, sobre las 13,30 horas, a la altura de la rotonda de La Marga y llevando todas las medidas de seguridad posibles (frenos de mi silla de ruedas, cinturón del autobús y colocada en sentido inverso a la marcha como mandan las normas de seguridad) volqué hacia el lado izquierdo con todo y cinturón incluido, dándome un golpe en la cabeza. El golpe no es grave pero sí innecesario...
Por ello, como usuaria del transporte público de Santander, pediría que los conductores de cualquier línea tengan especial cuidado a la hora de tomar curvas y rotondas y también pediría si es posible más medidas de seguridad porque las actuales son insuficientes. Una persona en silla de ruedas no va segura y como en mi caso puede haber mucha más gente.
Merce.
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