Queridos fans:
Hace mucho que no me escribe Juan Pedro. Pero yo tampoco a él.
Este domingo tengo chocolatada. Con la gente de Lourdes. A Santa Lucía, ni más ni menos. Allí veo a todos por allí, veo a todos conocidos, todos los presos del Dueso, o conocidos. No sé, porque me han dicho que a las cuatro y media tengo que estar lista. Peor no sé qué silla voy a llevar, porque esta no se pliega. y no sé cómo lo voy a hacer. Deseo que no sé quien me vendrá a buscar, pero no sé nada, solo sé que han llamado por teléfono diciendo que tengo que estar preparada para las cuatro y media, y no sé nada más.
Eso sí, veré a Ricardo, que ese fijo que sí va, ese sí que va a ir, como vive cerca de allí él esta a dos metros de su casa, y yo solo se que han llamado por teléfono, al menos es eso lo que me han comentado a mí, ahora no sé si es verdad.
Ay, y otra cosa, yo ahora en el centro de día al que vengo a diario de nueve a cinco yo me pongo muy triste porque da la casualidad que para dejar a una compañera tenemos que pasar por el colegio donde yo dejé interna a mi hija, y me pongo muy triste y me recuerdo todos los días de mi vida. Mirándolo bien es lo mejor que le podía haber pasado porque por circunstancias de la vida tuve mala suerte y era una niña buscada, tuve muy mala suerte, también yo llevaba mala vida, yo aquí donde me tienes he estado tres años en coma inducido, yo vi el famoso túnel de la muerte, yo ni sentía ni padecía, vamos, y con estas me voy a ir despidiendo porque yo tengo que ir a Casa Matías, o sea, a mi residencia de Cazoña City.
Patatín, patatán, hasta aquí he llegado. Chao, troncos. Cuidaros. Juan Pedro, contéstame. Que ya es hora, colega. No te hagas el despistao.
Iroche. La reina de la noche.
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