Hoy me voy a la piscina con dos chicos guapísimos donde les haya, aunque algo cabritos porque me hacen caminar mucho y hago mucho ejercicio. Me hacen aguadillas y todo. Y me cambian ellos solos. Camino mucho y luego venimos con un hambre de padre y señor mío. Eso es lo que de la piscina. Hambre y cansada. Está a muy buena temperatura. Hay un contraste de la pscina a los vestuarios, un frío. Ya os contaré mi próxima aventura y mis experiencias y a ver qué me pasa. Pero sí me gusta, me gusta mucho y me río un montón.
Irene
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