Conociendo Gijón, estuvimos con la Cruz Roja en Gijón, y no veas la vuelta que dimos para encontrar el jardín botánico. Dimos mucha vuelta pero mereció la pena y luego fuimos a un restaurante muy chulo, y comimos ensaladilla rusa, y para más sorpresa mañana es cuando hice yo misma la comunión, y ese día era el santo de mi madre y aprovechando la ocasión celebremos. Y encima nos hizo buen tiempo y todo eso, y encima en un restaurante bien chulo, y ahora en ese restaurante han puesto una Caixa, y cada vez que paso por ahí me acuerdo cada vez que paso por ahí, porque antiguamente se llamaba el Tiburón Blanco y era un día claro, yo era la que más guapa iba, hasta con velo y todo, el vestido era de Sisí Emperatriz, iba con velo y todo, y después de hacer la comunión iba por todas las casas para que me vieran y de paso algunas vecinas me daban dinero y todo y me saqué mucho dinero, o sea que llené el bolso con la tontería, y luego una cosa, cuando aquello, yo, la que lo escribe, tenía el pelo largo, y entonces tenía pelo largo, entonces la vecina me hizo un peinado con unas trenzas súperchulo y yo iba, fíjate que nos dio tiempo y todo a pasar por el bar de mi tía, que era hermana de mi padre, y me dio otra propina, y con estas me voy a ir despidiendo, hasta la próxima aventura, y espero que os guste, eso es lo que hay, y mañana hablaremos de los armarios empotrados, y encima la chiquita la pregunté cómo se llamaba y me dijo que se llamaba Alicia, y yo dije: “¿Otra Alicia más? Si es que no puede ser, las Alicias me perseguís, porque he ido con mi hermano mayor a Asturias de vacaciones con él a pasar unos días a una casa de acogida y encima me llevó de comida, que tenía un móvil nuevo y da la casualidad de que me llamó mi hermano el pequeño por teléfono. Chao. Gracias. Patatín, patatán.
Irene
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